viernes, 4 de abril de 2008

Mover esa tacita vale por un horrible rojo inesperado en medio de una modulación de Onzenfant, como si de golpe las cuerdas de todos los contrabajos se rompieran al mismo tiempo con el mismo espantoso chicotazo en el instante más callado de una sinfonía de Mozart. Mover esa tacita altera el juego de relaciones de toda la casa, de cada objeto con otro, de cada momento de su alma con el alma entera de la casa y su habitante lejana. Y yo no puedo acercar los dedos a un libro, ceñir apenas el cono de la luz de una lámpara, destapar la caja de música, sin que un sentimiento de ultraje y desafío me pase por los ojos como un bando de gorriones.

Carta a una señorita en París, relato incluido en la obra "Bestario".
Autor: Julio Cortázar
Editorial: Punto de Lectura, 2005
Página: 22

No hay comentarios: